Es cierto que la mayoría de las personas no tenemos ningún tipo de síntoma neurológico, así que no nos planteamos la necesidad de conocer cómo funciona nuestro cerebro.
Sin embargo, esto tiene más importancia de la que creemos e influye en multitud de aspectos de nuestra vida cotidiana. ¿Has pensado alguna vez porqué te resultan más difíciles unas actividades que otras? Por ejemplo, cuando estás ante una tarea nueva de aprendizaje ¿cómo actúas? Mucha gente necesita leer para comprender, otras se fijan más en las imágenes y a otros les viene mejor escuchar. Incluso hay personas que aprenden mejor cuando “hacen”.