Continuación de lo escrito aquí.
Cómo habréis notado no es 3 de junio, ha pasado algo más de tiempo, pero aquí estoy.
Continuación de lo escrito aquí.
Cómo habréis notado no es 3 de junio, ha pasado algo más de tiempo, pero aquí estoy.
Hoy escribo algo muy personal no sin muchas dudas sobre si compartirlo públicamente o no. Hace exactamente un mes recibí una noticia que me dio en la cara como si fuera un bate de béisbol y que ha sido la responsable de que no haya escrito nada más en el blog desde entonces.
Las palabras de la médico fueron exactamente: “Lo siento mucho, es cáncer”
Al ver este vídeo de The representation project he recordado lo que decía el Doctor Eric Berne sobre como los mandatos y atribuciones que recibimos en nuestros primeros años de vida marcan lo que creemos de nosotros y del mundo que nos rodea.
El papel de la psicoterapia es ayudar a romper esos mandatos y atribuciones que nos hacen sufrir. Buscar las rigideces de la dinámica intrapsíquica para encontrar dentro de nosotros una flexibilidad que nos permita buscar nuestra propia felicidad.
Sólo tiene subtítulos en inglés, pero creo que se entiende bien.
Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.
—
Invictus. William Ernest Henley (1875)
Admitámoslo, nuestro cerebro es un troll. El Doctor Jacob Levy Moreno decía que dentro de nuestro cerebro no somos uno, somos un grupo; Un grupo de voces que se alternan en hablar, tomar decisiones, interpretar lo que nos rodea, estar al mando… dependiendo de la situación en la que nos encontremos.
En ocasiones, esas voces nos ayudan dando ánimos, quitando importancia a algunas cosas, con una interpretación amable de la vida, validando sentimientos y emociones, pero, en otras, se convierten en un auténtico troll de la peor especie. ¿Quien no ha pensado alguna vez «debería poder con esto»? o «tengo que ser capaz de…», «todos son…», «No puedo aguantar más», «seguro que piensan que…», «voy a hacer el ridículo», «sabía que la cagaría»… Que cada uno añada sus propias frases.
Cuando las cosas en la vida te superen, cuando 24 horas al día no sean suficientes, cuando sientas que la vida te abruma, recuerda el bote de mayonesa y las dos cervezas:
Un ejemplo de lo que se puede conseguir con una actitud mental adecuada y positiva. La vida no es justa o injusta, solo «es», y nosotros decidimos que hacer en el tiempo que estamos aquí; algunos deciden seguir hacia adelante, otros deciden no decidir…
No es lo que nos ocurre, es que hacemos con lo que nos ocurre.