Eyaculación Precoz, un problema a toda velocidad.
El cuerpo humano está perfectamente preparado para el coito, de hecho, el proceso de eyaculación es un reflejo sobre el que no tenemos control. La eyaculación precoz es una disfunción que tiene sus raíces en la ansiedad, que corta la respuesta eréctil y causa una eyaculación precipitada.
En la inmensa mayoría de los casos, la eyaculación precoz tiene en su base la preocupación del hombre por “aguantar”, por “dar placer a mi pareja”. Son hombres preocupados por su responsabilidad en el disfrute de su pareja y por que esta alcance el orgasmo, y que, al no conseguir esta meta se frustran afectando a su autoestima. Antes, durante y después del coito aparecen pensamientos típicos de “me va a pasar otra vez” ,“a ver si esta vez aguanto” , “soy un fracaso” , o similares, produciéndose un círculo vicioso del que es muy difícil liberarse. Incluso cualquier gesto, comentario o indicio por parte de la pareja de desagrado, incomodidad o reproche, se clava en su autoestima como un puñal.
El hombre que padece de eyaculación precoz seguramente ha tratado de prolongar la estimulación (durar más) utilizando la distracción, por ejemplo mordiéndose el labio, contando hacia atrás de 100 a 0 o incluso mordiéndose el labio. Desgraciadamente, estos métodos de intentar imponer un control directo sobre un reflejo como este no solo no funcionan, si no que en algunos casos empeoran la situación.
La eyaculación precoz, junto con los problemas de erección o Disfunción eréctil y la falta de deseo son uno de los problemas que más vemos en los hombres que acuden a nuestro centro.